Las tarjetas de video

Para los gamers sobretodo, las tarjetas de vídeo representan el pedestal de toda PC a la hora de querer jugar las obras del décimo arte en todo su esplendor. Conocemos a las dos marcas principales que se juegan el mercado de los gamers a nivel mundial (AMD, Nvidia), pero cómo funcionan, qué hacen, y por qué son importantes para toda PC, porque hasta las de menos especificaciones tienen algo de relevancia.

Hablemos del procesador. Para los que no saben, el procesador ejecuta segundo a segundo todas las tareas que se le asignan, incluso al escribir esta entrada. Cada pulsación en las teclas es una petición al procesador para que procese esa petición y muestre el caracter en pantalla.  Explicar como funciona por dentro un procesador resultaría algo complicado por el momento, así que me limitaría a decir que un procesador funciona como una máquina sumadora, ejecutando cálculos. Para las labores cotidianas como navegar, crear documentos, chatear es casi nada para un procesador, pero los videojuegos son programas que demandan muchos, sino demasiados cálculos para que el procesador se haga cargo de ellos, además de ejecutar las peticiones del Sistema Operativo en sí. ¿Qué puede hacer nuestro procesador para no recalentarse? (Recuerden que cada petición es una pulsación eléctrica - unos y ceros -, y a mayor carga de trabajo, más calor).

Ahora contamos con tecnología multinúcleo, que alivia un poco la carga, pero los juegos de última generación requieren de cálculos para los que el procesador quizá no esté listo. Como el renderizado de sunshafts (dispersión de luz volumétrica, o "rayos de Dios") por poner un ejemplo. Entonces se empezó a desarrollar un chip que se encargue específicamente de ese tipo de operaciones. Y así nacen lo que se conoce como GPU (Graphics Processing Unit).


En un principio este chip venía incrustado en la tarjeta madre como la memoria caché (aún hoy se comercializan así) pero exigía recursos adicionales a la memoria RAM, lo que no nos ayuda mucho si estamos haciendo otras tareas, ralentizando las máquinas. Con la llegada de los puertos PCI Express se mejoró en gran medida esta situación. Esto hizo que los chips de memoria de vídeo pasen a ser "mini-motherboards" conectados al motherboard principal. Las tarjetas de vídeo de hoy en día vienen con su GPU, RAM y hasta su propia fuente de alimentación para funcionar, lo que alivia en gran medida el trabajo que tiene por delante el CPU, limitándose a otras tareas, mientras que la GPU es quien hace los cálculos necesarios para el disfrute de los gamers.

Y obviamente se aclara el tema de si es mejor un chip integrado, o una tarjeta PCI Express. Aún si ambos GPU's son iguales en cuanto a prestaciones, el chip nunca rendirá tan bien como lo hace una tarjeta de vídeo. Y más aún si el motherboard permite instalar dos o más tarjetas, haciendo del rendimiento algo abominable a la vista. Mención aparte para las laptops hechas para gaming, cuyos chips son tan potentes que la demanda de RAM y performance parecen imperceptibles para el usuario. Aunque yo como gamer, soy de la opinión que no habrá mejor experiencia que con una desktop.

Espero les haya gustado esta reseña. Pronto volveremos con más información.

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